Por Hugo Ocampo - Asociado Acord Risaralda
No fue el mejor partido del Deportivo Pereira, pero el punto del empate 0-0 ante Medellín, sumó. Y lo acercó aún más a la clasificación. Porque ya en el cuadro ‘matecaña’ sólo se piensa en ese objetivo en la Liga. Aparte, claro está, del título en la Copa. El descenso ya no angustia como fechas atrás.
La estantería del resultado pareció derrumbarse en el 90+5 cuando un remate en la media distancia sorprendió al portero Sebastián Castaño que se equivocó en su intento de despeje y permitió que el balón se deslizará por sus guantes para ir al fondo de la red.
Pero apareció el VAR, bendecido cuando la decisión es a favor y repudiado cuando es en contra. Una doble falta previa –porque no fue una, sino que fueron dos- al remate de Gallego fue advertida por el VAR y condujo a la anulación del gol.
Del partido:
El trámite del partido, el control territorial, el manejo del balón, las oportunidades en el arco contrario. En todas ellas prevaleció el Medellín. Pero no pudo reflejarlo en el marcador pues careció de certeza a la hora de definir.
Pereira, en especial en la primera parte, fue un equipo amarrado a su pórtico, defendiéndose en unas con acierto y tranquilidad, y en otras como gato patas arriba, con angustia evidente. Eso sí, tenía un ángel en su pórtico: Sebastián Castaño.
En la complementaria intentó despegar en campo ajeno, pero muy pronto el partido volvió a la rutina del rojo en la zona ‘matecaña’. Pese a nuevas opciones no pudo salvar ese obstáculo que en la valla pereirana se escribía en mayúscula: CASTAÑO. Le contamos siete atajadas que le negaron el gol al Medellín.
En los últimos minutos el Pereira inquietó, acaso ya porque el DIM fenecía en su intento y casi se encuentra el gol de carambola, cuando un remate de Ever Valencia pegó en Faider Burbano y camino al arco, pegado al palo, apareció el guante salvador de Mosquera en el local.
Y en el tiempo de reposición el protagonista principal fue el VAR, que salvó el resultado y el punto para el Pereira cuando Castaño cometió su única indecisión que estuvo a punto de crucificarlo. El VAR fue su seguro y le avaló la placa del mejor jugador de la cancha.
Síntesis partido: