Por Hugo Ocampo Villegas, Asociado Acord Risaralda.
Horrible partido del Pereira que seguramente, en medio de la suspicacia que rodea al fútbol colombiano, dará para muchos comentarios. El equipo de Alexis no tuvo ni actitud ni aptitud pues hasta las ganas se notaron por su ausencia.
Preferimos ahondar en el concepto futbolístico para contextualizar no sólo esta goleada ante América sino aquella en el partido de ida contra Nacional por la final de la Copa: ambos equipos desnudaron la precariedad del plantel ‘matecaña’ y las profundas limitaciones individuales de muchos de sus integrantes. Una certeza innegable.
América, además de jugar bien con una actuación para 10 de puntos de Quiñonez -1 gol, 2 asistencias, un penalti que le cometieron, un remate que le tapó Castillo- quien fue el directo responsable de la catapulta americana, tuvo la fortuna que los astros se alinearán a su favor: Ni Envigado que perdió en casa con el juvenil equipo del Huila, ni Bucaramanga y Jaguares que actuaban de visitantes tuvieron la osadía de atravesarse en el camino americano.
Del partido:
Pereira ante América fue fiel copia de su actuación ante Nacional, dando todas las ventajas posibles y el medio campo y permitiendo el lucimiento de los atacantes rivales en su área pequeña. El visitante le llegó cantas veces quiso como ‘Pedro por su casa’, casi que dándole una cordial bienvenida.
El desastre empezó a fraguarse muy temprano, cuando apenas corrían los 2 minutos y 23 segundo con el primer gol conseguido por Marlon Torres. Las aguas parecieron tranquilizarse con la excelente maniobra de enganche de Henry Rojas al minuto 20, después que De La Rosa había desaprovechado una clarísima oportunidad elevando el balón sólo frente al arco.
Después no dique que contuviera el aluvión ‘escarlata’: en sólo tres minutos América puso el marcador a su favor 3-1 con goles a los 31 el penalti concretado por Ramos, luego de un innecesario manotazo de Rojas en la cara de Quiñonez y a los 34 con un formidable remate desde fuera del área de Larry Angulo.
Y en la complementaria la esperada reacción del Pereira no llegó por ningún lado. A los 56 de todo el juego ya perdía 4-1 luego de otra excelente maniobra americana que culminó con el gol de la figura dl partido: Quiñonez.
El 5-1 llegó a los 66 también por la vía del penalti ejecutado por Lucumí, en una decisión arbitral que dejó dudas: si bien el balón dio en la mano de Vásquez, fue en el momento del salto cuando quedó de espalda a la acción y no de frente a ella. A propósito, en el penalti reclamado por la falta sobre De La Rosa: hubo la falta, pero fuera del área.
El resultado empaña el cierre del buen campeonato protagonizado por el Pereira en la Liga II, dejando una estela de duda entre los aficionados. Aparte, no fue bien visto que algunos jugadores ‘matecañas’ se acercaran a felicitar a integrantes del cuerpo técnico rival, dejando la sensación de no haber sentido la derrota. No era el momento ni el lugar para exteriorizarlo.
Síntesis