Tomado de: La Nación
La participación de 5.250 atletas femeninas en los Juegos Olímpicos de París impone récord. Las damas colombianas siguen mandando la parada.
Por: Faiver Hoyos Hernández
Presidente de ACORD Colombia
París se ha convertido en el escenario perfecto para que las mujeres dejen su impronta cuando de Juegos Olímpicos se trata. Las justas más antiguas que nacieron en Grecia en 1896 en el marco del estadio Panathinaikos en Atenas, tenían como premisa rendir tributo al Dios Zeus, amén de ponderar la valentía del hombre, dejando de lado a las damas, quienes apenas podían aparecer como invitadas con muy contadas excepciones.
Fue precisamente Pierre de Coubertin promotor de los Olímpicos quien advirtió que la mujer, únicamente podía aparecer como simple espectadora, y apenas aplaudir para rendir tributo al hombre dado que los Juegos tenían como fin específico resaltar la masculinidad del participante.
Movimientos feministas de la época ejercieron presión en procura de la equidad. Como resultado, cuatro años más tarde, en París 1900, la mujer apareció en competencias de golf y tenis, modalidades consideradas afeminadas y propicias para este género. En aquel entonces dicen los registros, participaron 997 atletas, siendo 22 de ellos mujeres. Su evolución continuó y fue así como producto del coraje y perseverancia en Londres 2012, la totalidad de los países participantes tuvieron dentro de sus competidores al menos una mujer, siendo estos los “Juegos de las Mujeres”. Sin embargo, nuevamente surge París como sede de las olimpiadas y los récords se rompen. Por primera vez en la historia hay paridad en el número de participantes. De los 10.500 competidores, la mitad son mujeres que participan en 32 disciplinas deportivas. Por Colombia de los 88 atletas, 51 son mujeres y 37 son hombres.
Cómo se alistó París para los Olímpicos
Previo a recibir los Juegos, las autoridades francesas sometieron a la capital del país a una verdadera transformación. París realizó un embellecimiento tanto a su paisaje urbano como de infraestructura. Varias de estas iniciativas fueron aprobadas por el Concejo de la ciudad, cuyo objetivo principal fue el de proyectar una ciudad más verde, móvil y saludable.
Los expertos en el tema climatológico hicieron un pronóstico de abundante calor, sin embargo, se descacharon en la inauguración cuando llovió durante de los dos primeros días de manera inclemente, al punto de aplazar jornadas en diversas disciplinas. Parte de esa cultura ecológica y ambientalista no permite que en los escenarios se obsequien botellas de agua. Los organizadores montaron un sin número de bebederos públicos, evitando así ensuciar la ciudad con plásticos. Quien desee agua sencillamente debe comprar y a precios bastante caros. Una botella fácilmente se consigue entre 4 y 6 euros.
Nos falta visión
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