Lo que significa jugar y derrotar a Nacional
Por Oscar Alzate Gómez - asociado Acord Risaralda

Cortesía: Deportivo Pereira
Pasan los días y todavía se sigue hablando del triunfo que obtuvo Deportivo Pereira en casa sobre Atlético Nacional (3-2), y no es para menos, esta conquista la podemos calificar como apoteósica, dado que los antecedentes que rodeaban el juego eran muy profundos. Como diría el poeta “que noche la de anoche”.
Si lo medimos en cifras, Nacional tiene una nómina mensual aproximada a los 2.000 millones de pesos, mientras que el Pereira paga la suma de 250 millones de pesos mensuales entre 29 futbolistas contratados.
Tuve la oportunidad de preguntarle tanto a Alexis Márquez como a Héctor Fabio Ospina, Coordinador Deportivo, cuál ha sido la clave para el éxito, y ambos coinciden en asegurar que ha sido la unión del equipo y el pago puntual de salarios.
Cabe recordar que el Pereira, purgó ocho años en la 1B, y no se enfrentaba a los “verdolagas” como local desde el 2011, juego que se disputó y se perdió (0-2), en Cartago-Valle, en razón de los arreglos del estadio con miras al Mundial Juvenil de la misma anualidad. En este mismo año se produjo el fatídico descenso. Y para tener en cuenta, desde abril de 2008, Pereira no le ganaba al verde, en aquella oportunidad 1-0.
Así mismo, en esta versión 2021 Nacional traía un invicto por Liga de once juegos, puso en el estadio como mínimo 10 mil aficionados, trajo una nómina de lujo, (Dorlan Pabón, “Rifle” Andrade, Jefferson Duque goleador de la Liga, y Yerson Candelo, este último convocado a Selección Colombia, como para citar algunos. Fue una fiesta parecida a la finalísima ante Tuluá donde se ganó el título del I Torneo de la 1B el 11 de junio de 2019.

Cortesía: Deportivo Pereira
Fiesta inolvidable, en la cual se concentraron dentro del majestuoso Hernán Ramírez Villegas, en teoría unos 15 mil aficionados, pero a simple vista, se apreciaban más. La boletería digital tuvo su debut sin contratiempos y muchos de los funcionarios del equipo aceptaron el error de no haber guardado una buena porción de las boletas para los hinchas locales fieles. Lo cierto del caso es que la Secretaría de Salud investigará el sobrecupo y Candamil tendrá que defenderse.
El Pereira, colocó a la venta la totalidad de las entradas a través de Apostar y sus 300 puntos en todo Risaralda, y gran parte quedó en manos de los revendedores en un solo día. De otro lado, pude observar otro fenómeno que se presentó, ante la negativa de ingreso al estadio de algunos hinchas que no llevaron su cédula, casi que con lágrimas exhibían el cupón de la compra de la boleta.
Lo mejor de todo, es que se recogieron cerca de 500 millones de pesos en taquilla, las pequeñas refriegas de hinchas fueron bien controlada por la policía, y las decenas de buses procedentes de Antioquia fueron despachadas sin contratiempos.
Sócrates Valencia, quien pisó el negocio de la venta con 3.200 millones de pesos, llegó al estadio con su numerosa familia, algunos lo chiflaron, pero él y su hijo levantaban la mano en señal de saludo, haciendo caso omiso. Por varios minutos se le vio charlando con Candamil, tal vez en aras de enderezar el negocio ante Dimayor y el Juzgado.

Cortesía: Deportivo Pereira
En el otro extremo, el mandatario de Pereira Carlos Maya y su esposa, brincaban como niños en cada anotación “Matecaña”, hasta el alcalde de Pueblo Rico de raíces indígena Leonardo Siagama, se vio por el palco de Cordep acompañado de su esposa y una pequeña comitiva. Otro que visitó el estadio, fue el rector de la UTP, Luis Fernando Gaviria. Mejor dicho, nadie se quería perder el espectáculo.
Mientras la barra Lobo Sur, le quiso hacer un homenaje a la recordada y popular “Chila”, aficionada fallecida en 1999 mostrando una foto-silueta gigante; también se ambientó la fiesta con humo de color amarillo y rojo, los vistosos trapos o banderas en la tribuna, el coro a todo pulmón “Vamos mi Depor”, el himno a la ciudad de Pereira que retumbó entre los asistentes y las bombas rojas en oriental baja, adornaron el estadio.
Un detalle adicional y bien particular que adornó la cancha, fueron los perritos del Parque Ukumarí, que llevaron cargados algunos futbolistas, con el ánimo de invitar a su adopción, despertaron mucha ternura sobre todo en el personal femenino.
Por su parte la barra visitante, que vale decir, muchos son de Risaralda, no paró de cantar y alentar demostrando su capacidad de aguante, como para utilizar su propio lenguaje. Solo en los minutos de descuento, luego del tercer gol de la promesa Alejandro Piedrahita de 19 años, se acabó el aliento de los verdes.
¡¡Fue una verdadera fiesta, en todo el sentido de la palabra!!
“David venció a Goliat”
Si a mí me preguntan el motivo por el cual “David venció a Goliat”, me atrevería a asegurar que fue una de esas noches mágicas donde todo sale bien. Nacional hombre por hombre, es mucho más que Pereira, incluso en los primeros minutos del juego, se vino encima demostrando colectividad y calidad técnica individual de algunos futbolistas como el goleador Jefferson Duque, que de paso vale decir, jugó la Copa Ciudad Pereira hace varios años.

Cortesía: Deportivo Pereira