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Jenny Arias: fue al gimnasio a rebajar kilos y se convirtió en figura del boxeo colombiano


Jenny Marcela Arias Castañeda –nacida en Roldanillo, criada de niña en Guática y hecha deportista en Pereira- llegó al gimnasio de boxeo por allá en el 2004 sólo con la idea de bajar unos cuantos kilos de gordura pero su intención llegó mucho más allá pues esos kilos los convirtió en quilates de mucho peso para convertirse en una boxeadora destacada no sólo de Risaralda sino de Colombia.

 “Tenía un poco de sobrepeso, bueno un poquito no, mucho sobrepeso y pues quería hacer alguna actividad física y en la única parte donde no cobraban o si mucho 500 pesos cada mes pues fue la liga de boxeo”.

Siete años después, en el 2011, apareció en el ring del boxeo colombiano debutando en un campeonato nacional en Restrepo, Valle, alcanzando su primera medalla –de plata- compitiendo en la división de los 51 kilogramos.  En este torneo su compañera María Carolina García logró para el boxeo risaraldense el primer título nacional femenino, en los 64 kilos.



Y uno más tarde, en el II Campeonato femenino de la Federación realizado en Dagua - 2012, se colgó la presea dorada. Fue el primer round de una trayectoria que en la siguiente década tendría muchos más asaltos de oro, plata y bronce que la erigieron en figura olímpica internacional del boxeo colombiano.

Una mujer boxeadora seguramente habría escandalizado a muchas familias, pero no a la suya que creció en el barrio La Esneda de Pereira: “Gracias a Dios nunca tuve oposición de la mía, al contrario mis padres y hermanos (fueron siete varones) siempre me secundaron ya que en ese entonces no era muy juiciosa y ellos vieron que quería coger este camino del deporte y me apoyaron bastante”. Tanto respaldo que su hijo quisiera ser boxeador ella también lo ayudaría.

En ese mismo 2012 debutó en Juegos Nacionales y aunque no pudo revalidar el título de Dagua le dio a Risaralda una medalla de plata que le dio el pasaporte para su primer torneo internacional de ciclo olímpico: en los Juegos Bolivarianos 2013 fue también plata.

El oro de las justas nacionales del 2015, ya en la división de los 57 kilogramos, le permitió encaramarse al cuadrilátero del ciclo olímpico internacional que arrancó con los Bolivarianos del 2017 (oro), siguió con los Suramericanos (plata) y los Centroamericanos (plata) del 2018 y llegó hasta los Panamericanos 2019 (bronce), ampliando este mismo año su vitrina de galardones repitiendo el oro en los Juegos Nacionales de Cartagena.

 “La clave de mi éxito está en la dedicación, en la perseverancia y en la disciplina. El triunfo que más me llega al alma fue uno nacional porque ahí me di cuenta que tenía todas las condiciones para estar en una selección Colombia y representar a mi país, cuando le quite el puesto a Jennifer Cáceres en la categoría de los 60 kilogramos. Y la medalla que me faltó fue el oro panamericano pero me regresé con bronce”.

En este lapso del actual cuatrienio también sumó un oro en el Continental de Honduras en el 2017 y al año siguiente hizo realidad su sueño de participar en un Campeonato Mundial Femenino, en Nueva Delhi, India. Con dos triunfos logró avanzar hasta cuartos de final y estuvo a un paso de colgarse un bronce, perdiendo en polémica decisión con la boxeadora local Sonia Lather.

El primer asalto fue bastante parejo, en el que ambas tuvieron buenos golpes. Jenny lució más contundente en el segundo round pero el juez ucraniano protegió a Lather marcando puntos a su favor. La pegadora hindú lució a la defensiva en el tercero sabiendo que estaba arriba en la puntuación, asegurando la victoria.



Volvería al Mundial femenino en el 2019 en Ulan Bator, Rusia, logrando esta avanzar hasta segunda ronda. Justamente las largas concentraciones y los continuos viajes la han colocado contra las sogas para desempeñar su papel de deportista y mamá de Juan Camilo Arias.

“Ha sido un poco complicado, mas que todo ahora que pertenezco a la selección Colombia y permanezco viajando, en ocasiones me ha tocado poner corazón duro cuando llego de permiso por ocho o quince días y saber que me debo regresar y dejar a mi hijo, para no llorar delante de él. Ese tiempo que no estoy a su lado tal vez no se recuperara pero le he dicho y lo sabe, que lo hago por él”,

Jenny Marcela creció rodeada de sus hermanos varones, pero también el cuadrilátero se las veía con hombres en asaltos de entrenamiento:

“Al comienzo porque no habían boxeadoras, la única era yo, entonces tocaba hacerlo con ellos. Tenía un compañero que le decían ‘Martillo’ y me paraba con él, alzaba los brazos a que me diera golpes en el abdomen, yo caía y me dolía bastante, me recuperaba y seguía yo dándole a él para que cuando llegáramos a la competencia supiéramos asimilar los golpes en el hígado, al comienzo me tiraba a la lona, pero a los ocho días aguantaba y me movía”.

Jenny Marcela Arias Castañeda cumple un cuatrienio perfecto, arrancando con los Juegos Nacionales 2015 y pasando por todos los certámenes internacionales: Bolivarianos, Suramericanos, Centroamericanos y Panamericanos. Ahora sus puños enguantados buscan golpear en los Juegos Olímpicos de Japón, aplazados para el 2022:

“El objetivo principal que tengo son los Juegos Olímpicos después de subir a podio en todos los eventos del ciclo internacional, ah y también quiero estar para los Juegos Nacionales 2023”.

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