Interempresariales unidos por el amor y el deporte

FOTO: Prensa Comfamiliar
Uno de los objetivos de los Juegos Interempresariales de Comfamiliar Risaralda es promover el buen uso del tiempo libre, estrechar los lazos de amistad entre los trabajadores y afianzar la unión familiar a través del deporte. Pues bien, precisamente esto último se cumple cabalmente en la familia Naranjo Mejía, ya que semanalmente se apoyan en sus respectivas competencias, aunque están en diferentes torneos. Fabián Naranjo es el “jefe” del hogar, participa con un equipo llamado Unión Temporal Alma Mater el cual ya está clasificado a la Fase de Clasificación Directa del Torneo de Fútbol Cinco Ascenso. Fue él quien impulsó a su novia, y quien ahora es su esposa, a que también practicara el fútbol y de esta manera Yurani Mejía hace parte del equipo del Sindicato de Educadores del Risaralda, el cual participa en el Torneo Femenino de Fútbol Cinco. “Siempre estamos pendientes el uno del otro, tratamos de apoyarnos, de mejorar cada día y además hay una ventaja y es que tenemos barra propia” dice sonriente Yurani, refiriéndose a sus cuatro hijos. Santiago es el mayor, tiene 16 años y también le gusta el fútbol, de hecho es portero y tiene muchas esperanzas de jugar en equipos de buen nivel; le sigue Juliana de 12 quien ya también está en la ruta futbolera y con ganas de aprender bastante: luego Samuel de 9 años quien ya hace sus primeras incursiones en un equipo de su escuela de formación y cierra la lista la pequeña María José, quien tiene 7 añitos y también se le mide a patear el balón. Y es que desde que haya partido (casi siempre cada ocho días) todos llegan al Parque Consotá para disfrutar de unos buenos partidos y sacarle el mayor provecho posible al deporte. En el deporte siempre hay días buenos y días malos, es imposible ganar todas las veces, así que toman las cosas con calma; hay espacio para la crítica pero ante todo prevalece el apoyo mutuo y el tratar de mejorar en todos los aspectos. Permanecen muy unidos y los Juegos Interempresariales se han convertido en la excusa perfecta para crecer como pareja y como familia, haciendo lo que más les gusta y siendo mejores seres humanos a través del deporte.